PROMart 2015 volvió a demostrar el pasado 17 de noviembre su poder de convocatoria y su capacidad para abordar en profundidad el debate sobre los grandes retos del sector marítimo-portuario. José Llorca, presidente de Puertos del Estad, inauguró la jornada, que también sirvió para la celebración del X Aniversario del Propeller Madrid.
Madrid, 17 de noviembre de 2015
Más de un centenar de directivos del sector logístico respondieron a la llamada del Propeller Madrid con motivo de la cuarta edición de un foro ya consolidado y referente en su materia que abordó el debate sobre los grandes retos del sector marítimo portuario para los próximos años, entre ellos el próximo reglamento europeo de puertos, cuya apuesta por la libertad tarifaria fue diseccionada en la mesa redonda.
Santiago García-Milà, presidente de ESPO, defendió la postura oficial de la entidad que preside, a favor de esta libertad y contraria a las enmiendas españolas, que buscan que las tarifas también pueda responder a la política portuaria general y, por tanto, ser determinadas por un organismo central como OPPE.
García-Milà insistió en el rechazó de la ESPO, fue claro al señalar que «en Europa no se entiende el modelo de gestión portuaria español» y subrayó que, a su juicio, el actual modelo de fijación de las tasas en España «nos limita para poder competir», reclamando los mismos instrumentos de gestión que los puertos del norte para competir en igualdad de condiciones, entre ellos la libertad tarifaria.
Manuel Carlier, director general de ANAVE, lamentó que el debate en el reglamento sobre puertos esté más centrado en la libertad tarifaria que en la transparencia, verdadero objeto del mismo. Además, alertó de los posibles problemas jurídicos que puede acarrear en España pretender una libertad tarifaria en un precio público.
Dicha libertad tarifaria la interpreta Carlier como la libertad para subir el precio a quien se desee y bajárselo igualmente a quien se desee con el ánimo de competir. Como quiera que ahora mismo en España sólo hay competencia interportuaria real en los tráficos de contenedores, Carlier alertó del grave perjuicio en materia tarifaria que podría recaer sobre los tráficos cautivos y con ello sobre los distintos ámbitos de interés general, valor a partir del cual está concebido el sistema portuario estatal.
Precisamente la cuestión de las tasas, de los costes portuarios y de cómo impactan en el cliente final fue también objeto de un amplio debate. José Luis Almazán, vicepresidente ejecutivo de la Plataforma de Inversiones Portuarios Españoles (PIPE) fijó como uno de los retos más relevantes de la logística portuaria la reducción de los costes.
Almazán adelantó que una de las principales conclusiones del estudios encargado por PIPE a PwC y que se presentará próximamente es que cada 10% de reducción de los costes del paso de la mercancía por los puertos tiene una repercusión «brutal» en el PIB de un país.
Por ello, Almazán defendió que se ponga a los puertos en la agenda económica del Gobierno y del conjunto del país, traduciendo dicha reducción en medidas concretas como la mejora de la financiación por la vía de la ampliación de los plazos concesionales, proyecto para el que volvió a exigir celeridad y concreción, o por la vía de la reducción de las tasas portuarias.
Unas tasas que nominalmente han bajado en esta legislatura, tal y como reivindicó el presidente de Puertos del Estado, José Llorca, en la inauguración del foro, medida sobre la que Enric Ticó fue muy rotundo al asegurar que las empresas transitarias no han notado la bajada de dichas tasas. «No ha llegado a las empresas transitarias», insistió Ticó, rechazando otros eslabones de la cadena como José Luis Almazán por boca de los concesionarios o Manuel Carlier en representación de los navieros que el beneficio se lo hayan quedado otros agentes, denunciándose cómo la bajada de tasas ha llegado a diluirse por la actuación en ámbitos como los coeficientes correctores.
El presidente de FETEIA destacó como grandes retos para los próximos años la importancia de situar la logística en la agenda social y política, reclamando una Secretaría de Estado de Logística; la consolidación de cadenas logísticas competitivas, para lo cual es esencial solucionar el problema del ferrocarril, denunciando Ticó las actuaciones de dumping de Renfe y reclamando mayor acción comercial a Adif; y, por último, la implantación de la ventanilla única aduanera.
Especial mención merece el importante recto de crecimiento que tiene el sector naviero español, tal y como expuso el director general de ANAVE, Manuel Carlier, quien defendió la importancia de mejorar la competitividad del Registro Especial de Canarias, ante la pérdida del 30% de la flota de pabellón español en los últimos años.
Carlier detalló que ya no es sólo un problema de normativa laboral de enrole de tripulantes, sino que el REC está perdiendo atractivo por otros aspectos como la compleja traslación en España de los convenios y sus derivaciones en las inspecciones y por la escasa delegación en las sociedades de clasificación para las mismas.
Aún así, Carlier anunció que los pedidos en cartera de petroleros, gaseros y ferris para 2015 van a permitir que por fin de nuevo este año se incremente la capacidad de la flota española.
Para terminar hay que destacar el importante reto que a juicio de José Luis Almazán representa la sobrecapacidad de la infraestructuras portuarias española con 500 millones de toneladas de tráfico anuales pero con capacidad para mover 1.000 millones. «Podemos ver el vaso medio lleno y pensar en todo lo que podemos crecer sin necesidad de invertir más, pero también hay que ver el vaso medio vacío y hacer notar que, mientras se llena, el coste financiero de esas infraestructuras vacías deben soportarlo los concesionarios, con el lastre que ello representa».